Tierra de jaguares


Navegamos por el río Napo hacia un paraíso amazónico, el Parque Nacional Yasuní, en Ecuador, considerado el sitio con más biodiversidad del planeta. Durante el Pleistoceno, una época geológica que comienza hace 2,59 millones de años y finaliza aproximadamente 12.000 años antes del presente, Yasuní fue una isla tropical de fauna y flora, un arca de Noé libre de los hielos de las glaciaciones de aquellos tiempos. En estas selvas todavía vírgenes, hombres y mujeres de ciencias, liderados por el Dr. Kelly Swing, buscan entender el comportamiento de las especies amazónicas.

Enviado por: ECOticias.com / Red / Agencias, 04/10/2010, 20:12 h (1) veces leída
“Al haber sido un refugio libre de hielos entendemos porque hay tanta riqueza de especies como hoy vemos acá”, dice Kelly Swing, ecólogo y director de la Estación de Biodiversidad Tiputini de la Universidad San Francisco de Quito, mientras me guía por un sendero hacia un área donde él y su equipo han instalado un serie de cámaras con sensores infrarrojos.

“Este proyecto de cámaras nos da la oportunidad de tener ojos en el bosque las 24 horas al día, y nos ha dado mucha información durante unos 6 años. Tenemos docenas de cámaras ocultas, y con ellas hemos capturado casi 30 mil imágenes de muchos mamíferos, desde los gatos grandes, como el jaguar, o el puma, hasta las presas de ellos”, agrega el ecólogo.

Al igual que muchas otras especies que dependen de salud del bosque, los jaguares se ven amenazados por la industria petrolera, que contamina cuencas y devora ecosistemas. Rodeado por petroleros y amenazado por sus derrames mortales, Yasuní alberga una concentración de mamíferos inusual, como el caso de una docena de jaguares registrados por las cámaras con sensores en un área de 4 kilómetros cuadrados, que comparten la pequeña parcela de caza en relativa tolerancia, ya que abundan también sus presas. “Es que el impacto de petroleras genera comportamientos atípicos en la fauna y, por ende, los animales podrían estar buscando refugios como Yasuní”, concluye Swing.

Como la mayor amenaza para las especies del Parque Nacional Yasuní es el petróleo que yace en el subsuelo y ante la necesidad de mitigar el cambio climático, Ecuador propone al mundo una iniciativa modelo que persigue dejar sin explotar 850 millones de barriles de crudo en el bloque Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT) de Yasuní, a cambio de recibir de la comunidad internacional un ingreso de 300 millones de dólares anuales, a efectos de conservar sus bosques, como pulmones y fábricas de oxígeno, necesarios para combatir los efectos nocivos de la actividad humana.

PNUMA